¿Internet vino a cambiar para siempre los medios de comunicación?

La convergencia digital está mas presente que nunca. Podemos verla a donde quiera que vamos. La manera en la que nos comunicarnos, informamos y entretenemos no es la misma que hace 10 años. El cambio es abrupto y no todos los medios de comunicación se adaptan de la misma manera.

El desafío de la transformación digital

El continuo desarrollo tecnológico ha llegado a niveles impensados. Los medios tradicionales de comunicación como la radio, la televisión y los diarios han tenido que atravesar grandes cambios para adaptarse a las nuevas formas de producción y consumo de todo tipo de contenidos, tanto audiovisuales como digitales. La lógica y la planificación de estas industrias culturales se ha modificado en todo sentido, principalmente en cuanto aspectos económicos, político-regulatorios y socioculturales.

Internet rompió todos los esquemas en cuanto a limitaciones y soportes. La aparición de nuevas plataformas de fácil acceso y la expansión de las redes provocaron demandas cada vez más alejadas de lo habitual. Los medios tradicionales se encontraron ante un panorama en el que sus ingresos empezaron a perder sustentabilidad en el tiempo, con lo cual fue lógico repensar alternativas que adaptaran a los cambios inminentes.

Si bien son organizaciones complejas de naturaleza diferenciada, los medios de comunicación trabajan teniendo en cuenta la dimensión política y simbólica de sus contenidos y discursos. El sistema privado considera a ese contenido como mercancía, lo que generó que se realizaran ajustes en la forma en la cual se distribuía y comercializaba la información y entretenimiento.

Santiago Marino y Agustín Espada, autores del texto «Repensar los modelos de desarrollo de los medios en la transición convergente» (2017), analizaron el sistema comunicacional argentino en el contexto de la transición convergente que identifica tres grandes sectores: el de los productores de contenidos provenientes del mercado analógico o medios tradicionales (prensa, radio y televisión); el de los proveedores de servicios de acceso y conectividad (telefonía fija y móvil, TV de pago, internet fija y móvil); y el de los actores emergentes en la red (productores y distribuidores de contenidos, Over the TopOTT, redes sociales, agregadores, buscadores, etcétera).

Estos son algunos de los datos más interesantes, según fuentes especializadas:

  • La televisión de pago aumentó sus abonados hasta el año 2014 cuando comenzó un proceso de descenso.
  • La participación de la televisión satelital pasó del 10% al 30% del mercado en los últimos 10 años.
  • La banda ancha fija se duplicó entre 2008 y 2016.
  • En 2016, el 90% de los dispositivos de telefonía móvil vendidos contaban con capacidad de recibir 4G.
  • El 68% de los argentinos está conectado a internet con un promedio de navegación de 4,5 horas diarias.
  • Las audiencias de TV lineal, tradicional, utilizan mayormente la televisión de pago como plataforma (78%) en detrimento de la televisión digital abierta (13%), la TV analógica de aire (8%) mientras que una pequeña parte no la mira (6%).
  • Desde 1986, la prensa gráfica muestra una caída en sus ventas de más del 50%.
  • El 85% de los usuarios argentinos de internet utiliza las redes sociales.

Los datos son claros y contundentes. Es imposible negar que las formas tradicionales de negocio, producción, acceso y consumo de los medios de comunicación han sido transformados. Las redes sociales, las plataformas de streaming y los reproductores online han abierto muchas puertas para la creación de contenido personalizado, multimedia e innovador, ampliando la competencia. El reto para las industrias de información será elaborar estrategias adecuadas que les permitan reinventarse y sostenerse.

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